miércoles, 30 de abril de 2008

HACIA UNA ÉTICA PLANETARIA

Históricamente hablando hubo un cambio en las relaciones entre los hombres, que explica, cuando del interés colectivo se paso al interés individual en las sociedades humanas. Tal cambio comenzó gracias al Estado centralizado y al avance del mercado, ahí apareció el individuo moderno, que se reconoce como Lipovetsky afirma, en la esfera privada, al rechazar someterse a reglas ancestrales exteriores a su voluntad íntima, pues ahora reconoce como ley fundamental su supervivencia e interés personal.

Desde esta perspectiva es posible pensar que la línea de la historia del polo colectivo, salto al polo individual, sin alcanzar equilibrio alguno, sin romper con la separación dicotómica entre ambos extremos. Del sometimiento a la ley comunitaria se paso al cerco del ego individual. Si equilibrio es lo que se busca, será necesario primero imaginar que es posible una comunidad proporcionada, entre lo individual y lo colectivo, entre el desarrollo de la subjetividad individual, en reciprocidad con el desarrollo de la subjetividad colectiva, pues la primera construye a la otra y viceversa, y para tal intento habrá que hacer uso de los elementos teóricos que el concepto de - Sociedad Civil- ofrece.

Por ejemplo, actualmente por retrograda costumbre, el término de Sociedad Civil se usa aún para excluirla de la toma de decisiones en la políticas públicas y los quehaceres de los gobiernos; dando como consecuencia una realidad socio-política condena a estar siempre “en vías de desarrollo”; gracias a los rasgos heredados de un sistema autoritario y paternalista.

Lograr una ruptura con este precario esquema necesita que los actores que existen en el medio (los ciudadanos) se posicionen y salgan de aquellos roles paternalistas y pasivos, ya que dichos actores, representan la pluralidad que existe bajo diferentes identidades: empresarios - comerciantes, religiosos, defensores de derechos humanos, ambientalistas, feministas, artistas, indígenas, etc. Y es en ellos donde de algún modo se basan las estructuras que sustentan al orden social prevaleciente, aunque este tenga un carácter de orden primate.

Ante la venida abajo de las grandes ideologías del siglo XX, como es el caso de la utopía revolucionaria con la caída del bloque socialista, simbólicamente representada con la destrucción del muro de Berlín en 1989, según Olvera (2002), hubo un recambio en las arenas de lucha social; ahí la democracia representativa cobro mayor peso, y los movimientos sociales tuvieron que adaptar sus acciones hacia ese nuevo paradigma.

Tal fenómeno difícilmente ha logrado desarrollarse en nuestro país ante la existencia aun de una cultura reaccionaria abanderada por sectores denominados de izquierda revolucionaria (Bartra, 2007), heredera de viejas mañas del sistema político y caducos discursos nacionalistas, que muchas veces se anteponen como el primer obstáculo al que se enfrentan los intentos por dar avances democráticos en el trabajo de la izquierda.

El mercado en su expansión borró los esquemas de lucha de décadas pasadas, ahora la Teoría Crítica coloca a la sociedad civil, como un espacio posible entre el estado burocrático y el mercado agresivo, el cual es necesario articular a través de actores sociales prácticos, capaces de paso a paso lograr ir ganando terreno hacia ambos lados, es decir, re - institucionalizar a la sociedad misma desde sus orígenes, sin la desaparición ni del estado ni del mercado.

En este sentido, la articulación de nuevos actores implica diversos esfuerzos, entre ellos el surgimiento de una voluntad política distinta, esto es, que reapropia el sentido del término de lo “político” de manera diferente a la costumbre. Enrique Dussel un filósofo de la liberación, explica como: Hay que entender a la política teóricamente, no como una instancia, ni tampoco como un sistema. Pues hay que dejar de pensar a la política como dominación, lo cual provoca el abuso del término, reflejado con un fetichismo del poder.

De esta forma la explicación de Dussel se conecta con lo colectivo, al ver a la comunidad no como algo dado, sino, como algo que debe apropiarse a través de un proceso (que cada quien vive según su propio tiempo y voluntad) tanto individual como colectivo de toma de conciencia. En este caso, según el filósofo, cuando se habla de comunidad no se debe caer en la trampa de mirar a la comunidad premoderna, es decir a la que cree en el mito del “buen salvaje”, inscrito por ejemplo en el “edén subvertido” de la identidad mexicana, descrito por Roger Bartra, en su jaula de la melancolía.

Por el contrario, en términos de comunidad debe aceptarse y tomarse lo mejor de la modernidad misma, para ir más allá de ella, y superarla. Al dejar a la vez dentro de la misma el sentido de – individualidad plena - que permita el desarrollo personal de sus integrantes, sin ser sometidos a una ley comunitaria que los rebase. Tal seria el objetivo de formar Ciudadanía en el seno de una sociedad civil que se articula con sentido democrático. Ciudadanía que obviamente supera el derecho al voto, y que ejerce sus plenos derechos y al formar automáticamente comunidad, y hasta quizás un buen gobierno.

Tal seria la vía actualmente posible a seguir, bajo la lógica de pensar global y actuar local, pues, ante la cada vez más mundializada situación, la llamada globalización como modelo económico y financiero agotado (Jalife – Rahme, 2007), muestra cada vez más, todos o quizás el mismo rostro: el del terror, los monopolios, el narcotráfico, la migración, el hambre, etc.

En un cada vez mas consolidado - sistema mundo -, de orden multipolar ante la venida debajo de los EU, donde diferentes regiones del planeta sufren de problemáticas similares y los efectos entre ellas son cada vez más cercanos, los discursos como el de los derechos humanos actualmente reavivan su auge, y son ya una fuerte característica de nuestra era; sin embargo el camino por recorrer es largo con respecto a las realidades sociales, en caso concreto: México.

Por último, en una crisis global que de acuerdo a la visión de Jodorowsky: todo se esta cayendo, las religiones, la economía, la política, la cultura. Lo cual afirma que no es malo, es bueno, porque estamos llegando a una crisis de la cual, pronto, va a nacer un cambio absoluto, bueno y positivo. Por lo que hay que tener paciencia entonces (…) En tal sentido frente a una crisis planetaria es posible mirar por una ética planetaria, que va articulándose en base a la reformulación de los derechos humanos, de acuerdo a cada micro región de la humanidad y de la dignidad misma.


Por Dvd


Referencias:

- Bartra. (2007). Fango sobre la democracia: Textos polémicos sobre la transición mexicana. México: Planeta
- Olvera, J. A. (Coord.) (2001). La sociedad civil de la teoría a la realidad. México: El colegio de México
- Lipovetsky. (1983). La era del vacío. Barcelona: Anagrama, 2005
- Jalife – Rahme. (2007). Hacia la desglobalización. México: Jorale Edit. 3ra. Edición
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http://www.jornada.unam.mx/2008/03/14/index.php?section=cultura&article=a04n1cul

jueves, 10 de abril de 2008

LA MANO DEL PODER ACABÓ CON LA VOZ DE NUESTRAS COMPAÑERAS TERE Y FELI.

COMPAS, PUES OTRA VEZ LA MANO DEL PODER ACABÓ CON LA VOZ DE NUESTRAS COMPAÑERAS TERE Y FELI.MUJERES CASI NIÑAS TRIQUIS QUE ALZARON LA VOZ, ROMPIERON EL SILENCIO Y LIBERARON LA PALABRA.HOY CACTUS LES COMPARTE SU INDIGNACIÓN E IRA POR ESTA MALDITA EMBOSCADA QUE ACABÓ CON ELLAS.EN OAXACA EL GOBIERNO ENTRENA PARAMILITARES PARA QUE CALLEN LA VOZ DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS ORGANIZADOS.NO MÁS UN OAXACA SIN MEDIOS LIBRES.TERE Y FELI. SU PALABRA NOS DA FUERZA Y SEGUIMOS DE PIE GRITANDO MÁS FUERTE.

(Teresa Bautista Merino, de 24 años, y Felícitas Martínez Sánchez, de 20, locutoras de la radioemisora comunitaria La Voz que Rompe el Silencio, del ayuntamiento popular de San Juan Copala, fueron asesinadas a balazos cuando se dirigían a la ciudad de Oaxaca a participar en el Encuentro Estatal por la Defensa de los Derechos de los Pueblos de Oaxaca.)

-->TEXTO TOMADO DE: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/denuncias/911/

miércoles, 9 de abril de 2008