En conmemoración del pasado 2 de Octubre, que recuerda los 39 años de la matanza de Tlatelolco en la ciudad de México en el año de1968 y leyendo las páginas del ensayo “Viaje al centro de la derecha” dentro del libro “Fango sobre la Democracia” de Roger Bartra, es importante revisar a manera de resumen algunas ideas para combinarlas con la presente realidad socio cultural en México.
¿Qué representa el año de 1968 para la cultura política mexicana? ¿Cuáles son los efectos de ese acontecimiento que aun persisten modificando al sistema político mexicano? ¿Hasta que punto las marchas y el fenómeno se han institucionalizado incapaces de articular propuestas innovadoras?
De acuerdo a Bartra introducir cierta racionalidad en la gestión cultural puede combatir con eficacia la corrupción y los vicios engendrados en la dinámica colectiva actual en México. Ante la amenaza del monopolizado sistema de medios de información que va desde Televisa, TV Azteca, hasta la radio y la prensa reaccionaria, lo cual en conjunto genera una situación que según el mismo autor, es terriblemente dañina y, mientras subsista, será absurdo pensar en la extensión de una verdadera democracia política en el país.
¿A quien entonces, corresponde introducir dicha cierta racionalidad a la gestión cultural para hacer frente al eje informativo de los grandes medios que en apariencia apolítica (pero en realidad de derecha) difunden a través de la TV a millones de espectadores acaparando el espacio de mediocridad apolítica, gris y cursi que estimula y dirige a esa subcultura semiburguesa que es a fin de cuentas, el gran partido de la derecha mexicana?
Bartra recalca la importancia de la actividad de la izquierda en el campo de la cultura y de los medios masivos de información, como espacio de lucha. Para ello una de las primeras cosas que debe hacer la izquierda en México es dejar de vociferar contra el imperialismo, para analizar con cuidado el multivariado universo político de la derecha.
Fue la izquierda la que a partir de 1968 se convirtió en el motor principal de la democratización, la izquierda debe encabezar y seguir encabezando la lucha por la constitución de nuevos espacios democráticos, y en ellos triunfar sobre la derecha que a manera de simulación se dice democrática cuando su lucha hasta ahora su lucha ha sido completamente marginal y subsidiaria, responsable del clima despótico de los últimos decenios. No olvidemos al 2 de Octubre como un referente importante para la transición política en México, No olvidemos que el actual sistema socio - político a sido parido del régimen príista y que aun reproduce un sin fin de vicios de ataño, por tanto no olvidemos a la creatividad y a la crítica para mirar hacia nuevas perspectivas y construcciones para actuar acordemente a las condiciones del ahora, del presente.
De acuerdo a Bartra introducir cierta racionalidad en la gestión cultural puede combatir con eficacia la corrupción y los vicios engendrados en la dinámica colectiva actual en México. Ante la amenaza del monopolizado sistema de medios de información que va desde Televisa, TV Azteca, hasta la radio y la prensa reaccionaria, lo cual en conjunto genera una situación que según el mismo autor, es terriblemente dañina y, mientras subsista, será absurdo pensar en la extensión de una verdadera democracia política en el país.
¿A quien entonces, corresponde introducir dicha cierta racionalidad a la gestión cultural para hacer frente al eje informativo de los grandes medios que en apariencia apolítica (pero en realidad de derecha) difunden a través de la TV a millones de espectadores acaparando el espacio de mediocridad apolítica, gris y cursi que estimula y dirige a esa subcultura semiburguesa que es a fin de cuentas, el gran partido de la derecha mexicana?
Bartra recalca la importancia de la actividad de la izquierda en el campo de la cultura y de los medios masivos de información, como espacio de lucha. Para ello una de las primeras cosas que debe hacer la izquierda en México es dejar de vociferar contra el imperialismo, para analizar con cuidado el multivariado universo político de la derecha.
Fue la izquierda la que a partir de 1968 se convirtió en el motor principal de la democratización, la izquierda debe encabezar y seguir encabezando la lucha por la constitución de nuevos espacios democráticos, y en ellos triunfar sobre la derecha que a manera de simulación se dice democrática cuando su lucha hasta ahora su lucha ha sido completamente marginal y subsidiaria, responsable del clima despótico de los últimos decenios. No olvidemos al 2 de Octubre como un referente importante para la transición política en México, No olvidemos que el actual sistema socio - político a sido parido del régimen príista y que aun reproduce un sin fin de vicios de ataño, por tanto no olvidemos a la creatividad y a la crítica para mirar hacia nuevas perspectivas y construcciones para actuar acordemente a las condiciones del ahora, del presente.
Referencias
Bartra. (2007). Fango sobre la democracia: Textos polémicos sobre la transición mexicana. México: Planeta
archt1pe@hotmail.com
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